La nuestra, la de los humanos, puede ser una respiración consciente o inconsciente.
Cuando es inconsciente, casi siempre, la respiración simplemente «ESTÁ».
Pero cuando es CONSCIENTE, la cosa cambia. Entonces la respiración «ES». Se convierte en herramienta, en amiga, en acompañante, en disfrutable…
Podemos utilizar la RESPIRACIÓN CONSCIENTE para ponernos al servicio de la Vida, para abrazar «el sentir», para salirnos del la «prisión del pensamiento equivocado», para unirnos al otro, a los otros, al Todo, para soltar los juicios, para recibir la experiencia del presente, para estar totalmente presentes, para vivir el ahora.
La respiración consciente puede ser un PUENTE para llevar nuestro conflicto interior, nuestra confusión, nuestro temor, o nuestras dudas ante EL ABRAZO del CORAZÓN, y así transformar nuestra percepción. Y así recobrar la cordura, sentir la Paz y la Alegría siempre presentes, siempre disponibles.
Un puente, un símbolo, una herramienta, para llevar las ilusiones perceptivas ante la Verdad, ante la mirada siempre amorosa, siempre lúcida del Ser, la Esencia, el Núcleo.
La respiración consciente nos permite MIRAR ADENTRO, focalizar nuestra atención en lo que estamos experimentando en cada momento presente, y abrazar EL SENTIR.
RESPIRO Y SIENTO dentro de mi,
OBSERVO SIN JUICIO. ABRAZO LA EXPERIENCIA.
RESPIRO Y SIENTO,
ENTREGO MI MENTE, ENTREGO MI SENTIR,
ABRO MI CORAZÓN, RESPIRO Y SIENTO.